domingo, enero 21, 2007

En Un yankee en la corte del rey Arturo, por Mark Twain

Al cabo de una hora de camino apareció a lo lejos una ciudad adormecida a orillas de un río sinuoso, y a sus espaldas, sobre una colina, una enorme y oscura fortaleza, con torres y torreones, una escena que hasta ahora sólo había visto en las ilustraciones.

-¿Bridgeport? -pregunté.

-Camelot -respondió.

5 comentarios:

El Verdugo en el Umbral dijo...

qué imagen!!!!

El Verdugo en el Umbral dijo...

Twain comparte con Poe esa capacidad, no?

Severian dijo...

Cierto. Este pasaje me resuena en la cabeza en situaciones en las que repentinamente descubro estar perdido, desubicado. Como quien se cree en Bridgeport, cuando en realidad está en Camelot....

Es cierto que esas imágenes se parecen a las de Poe, aunque Poe es bastante oscuro, mientras que Twain en general tiene un tono entre divertido e irónco (y en este libro mas que en ninguno).

(De hecho Twain es el autor perfecto para invitar a un chico a disfrutar de la literatura, Tom Sawyer fue probablemente la primera novela que me dejo imágenes girando en la cabeza: la esclavitud, las supersticiones, la ignorancia, la pobreza)

El Verdugo en el Umbral dijo...

Sí, es más oscuro, definitivamente. Pero los dos pintan con las palabras, entre oras coincidencias y forman parte del mismo movimiento literario en EEUU.

Twain es definitivamente muy bueno para iniciar a los niños en la lectura. Es una amigable entrada a la comunidad de lectores.
El problema está en las traducciones. Pensar que antes acá traducían Borges y Cortazar (pavadas de traductores). Ahora las editoriales traen traducciones españolas un poco complicadas.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Como quien se cree en Bridgeport, cuando en realidad está en Camelot...
Imagino que para muchos Yankees de esa época viajar en barco hasta "La tierra del rey Arturo" debería ser toda un experiencia.
Estar perdido o desorientado a causa del asombro, de la ansiedad de estar ante algo muy esperado o valorado (o ambas cosas).