viernes, noviembre 28, 2008

Sean Carroll en What if time really exists

John Wheeler, following Niels Bohr, liked to admonish physicists to be radically conservative - to start with a small, reliable set of well-established ideas (conservative), but to push them to their absolute limits (radical) in an effort to understand their consequences.

8 comentarios:

El Verdugo en el Umbral dijo...

Hay traducción?

saludos

Severian dijo...

No creo que la haya, es un parrafito que tomé de un paper técnico reciente. Déjeme ensayar una:

John Wheeler, siguiendo a Niels Bohr, gustaba de aconsejar a los físicos el ser radicalmente conservadores - comenzar con un pequeño y confiable conjunto de ideas bien establecidas (conservador), pero llevándolas hasta su límite absoluto (radical) en un esfuerzo para entender sus consecuencias.

Me parece una descripción perfecta de cómo se trabaja en la investigación teórica moderna.

ayjblog dijo...

estoy descubriendo sus blogs severian, no se enoje por mis casi lelos comentarios
al de ahora le recomiendo un libro, que si es de divulgacion de Overbye
http://www.amazon.com/Corazones-Solitarios-En-Cosmos-Spanish/dp/950742220X/ref=sr_1_2?ie=UTF8&s=books&qid=1231278520&sr=1-2
la verdad, viejo, pero la verdad, lindo y casi sin una ecuacion si mal no recuerdo

Severian dijo...

ayjblog:

Pase nomás, es bienvenido. Tomo nota del librito, veré si lo encuentro.

Martin dijo...

(…) be radically conservative - to start with a small, reliable set of well-established ideas (conservative), but to push them to their absolute limits (radical) in an effort to understand their consequences.

Es un buen consejo. Ser muy conservador en la tesis y muy temerario en la demostración es garantía de avanzar sobre pasos firmes (aunque cortos). Proponer una idea conservadora es ir a lo seguro. Volverse radical en la comprensión de sus consecuencias permite consolidar la idea o de última cambiarla por otra, igualmente conservadora. Es una excelente fórmula para la construcción teórica.

Pero llevémoslo al plano de las ciencias sociales.

En el plano del estudio del comportamiento humano uno puede proponer ideas muy conservadoras, meras correlaciones.

Por ejemplo, factores que determinan la elección del compañero sexual, predisposición genética al crimen, capacidad de liderazgo, etc.

Casualmente, en este debate un tal postino cita una serie de papers de etología que hablan de la continuidad/ruptura entre naturaleza y cultura, específicamente en lo que respecta los comportamientos animal y humano.

Las tesis propuestas, así como el esfuerzo en entender sus consecuencias van muy en esta línea.
Por ejemplo, luego de un experimento, las mujeres, al oler la remera de muchos muchachos, sólo basándose en el olor tienden a preferir aquellos con baja fluctuación simétrica (es decir, si sos medio tuerto por ejemplo, vas a tener que ponerte un buen perfume).

El problema es que el mero hecho de buscar correlaciones no permite teorizar demasiado. Ser muy conservador en la enunciación no te permite dar cuenta de fenómenos un tanto más complejos y trascendentes que la elección del compañero sexual. Sobre todo, no te permite ver cómo otros fenómenos más complejos y trascendentes juegan un rol mucho más importante en la determinación de este tipo de comportamientos “primarios”.

En human behavior as animal behavior de Martin Daly y Margo Wilson van a encontrar, al final, lo mismo que vengo diciendo acá respecto de la especificidad de la cultura y el lenguaje humanos. Ver las secciones tituladas "Uniqueness of human culture" y "Uniqueness of human language".

Sin ir más lejos el mismo paper lo admite, diciendo que la etología apenas si se aplica al comportamiento humano.
Otro ejemplo de tesis conservadora en su enunciación y radical en la determinación de su alcance: "los homosexuales tienen el dedo anular más largo que el índice"

La idea es muy sencilla de entender, y está muy bien establecida, y podemos fácilmente organizar un experimento, partiendo de una definición “etológica” de homosexualidad. Luego verificamos la correlación, y empujamos la idea “to their absolute limits”. ¿Y qué sucedería si la condición de homosexualidad fuera un hecho cultural? ¿y si la definición misma de homosexualidad fuera un invento del discurso médico del siglo XIX?

Hay dos problemas acá. Por un lado, en ciencias sociales, los enunciados de este tipo son por lo general bastante irrelevantes. Tienen un alcance más bien modesto y rara vez responden a la pregunta “¿y a quién carajo le importa?”.-

Por otro lado, está el riesgo de naturalizar comportamientos, el riesgo de asumir determinados roles porque vienen impuestos por esencia.

En ciencias sociales, para explicar fenómenos más complejos y trascendentes, a veces es necesario empujar la teoría fuera de sus propios límites, y ser a la vez muy radicales en la explicación y la demostración.

Claro que, lo segundo no siempre ocurre.

Saludos!

Martin dijo...

A modo de ejemplo: Uno de los primeros textos de sociología propiamente dicha es El suicidio, de Emile Durkheim

La tesis es bastante temeraria: Más allá de las inclinaciones individuales, algo tan a primera vista íntimo como la decisión de quitarse la vida puede evaluarse desde una perspectiva social.

¿Existen corrientes suicidógenas en las sociedades? Bueno, este es el leitmotiv del libro. Durkheim no parte de la idea de que los hombres actúan de tal o cual manera porque sus genes se lo dictan.

El enfoque es otro: los hechos sociales son a su vez producto de otros hechos sociales, y ejercen sobre las voluntades de los individuos una fuerza de la que no siempre son conscientes. Y son los individuos los que en última instancia sostienen la dinámica de estos fenómenos.

El suicidio perfectamente puede verse como un hecho social. Durkheim termina estableciendo los criterios que hacen a ciertas sociedades más propensas al suicido que otras (y no al suicidio como tales, sino a la muerte por voluntad propia de los individuos que la conforman). Las variables en juego son, por un lado el grado de integración social, y por el otro la fuerza de las leyes y normas establecidas.

Es un texto que tiene más de 100 años, pero un buen ejemplo de cómo se trabaja en ciencias sociales. Ser temerario en la enunciación de la tesis casi te diría que te lo impone la necesidad de dar cuenta de los fenómenos en un sentido sociológico. No siempre es fácil –o posible- partir de ideas “bien establecidas”. Ahora, ser radicales en el esfuerzo por interpretarlas es una obligación si lo que se quiere es decir algo que tenga conexión con la realidad.

Matias dijo...

hola severian soy matias de la escuela 3 del 13 ex alumno de ale te pido que pase por mi paginas y opines

Severian dijo...

Matias: dejame la direccion de tu pagina, porque no la encuentro